Berlín, París, Marsella, Niza. La grandeza de una época no reside en sus monumentos más famosos, ni en sus zonas turísticas, sino en los recovecos olvidados, en la periferia o los espacios abiertos: callejones oscuros, cafés, pequeños comercios, lugares obsoletos donde se expone una mercancía abigar...
Berlín, París, Marsella, Niza. La grandeza de una época no reside en sus monumentos más famosos, ni en sus zonas turísticas, sino en los recovecos olvidados, en la periferia o los espacios abiertos: callejones oscuros, cafés, pequeños comercios, lugares obsoletos donde se expone una mercancía abigarrada, maravillosa chatarra que compone un universo enigmático y fragmentario. He aquí un paseo por la Europa secreta de los años treinta de la mano de la extraordinaria sensibilidad urbana del mítico Siegfried Kracauer, cuyas evocadoras descripciones, entre el ensayo y la poesía, entre la pintura y la filosofía, animan al caminante curioso a indagar en lo obvio y lo familiar, para tratar de entender, a través del paisaje urbano, dónde nacen históricamente muchas de sus experiencias.