«Viernes, dos treinta de la madrugada; una procesión de nalgas apretadas pulula de bar en bar. Las copas se suceden, el hielo tintinea en los vasos largos y una neblina persistente envuelve el correteo de miradas lascivas, arrogantes, astutas o indiferentes, compañeras obligadas de la nocturnidad. A...